Una pieza antigua consigue dar un toque muy especial a nuestro hogar. Ya sea heredado o adquirido en un anticuario o mercadillo se hará necesaria su limpieza o restauración , por lo que se debe utilizar un procecidimento adecuado para cada tipo de pieza y material, para evitar que se deteriore, aqui os dejo algunos de ellos:
Piezas de metal: Hay que limpiarlas con un algodón mojado en acetona. Después limpiar bien la pieza y pulirla con un paño.Proteger el objeto aplicando una capa de barniz para metales con un pincel y dejar secar.
Piezas de bronce: Basta con utilizar una esponja con agua jabonosa para limpiarlos.De vez en cuando pasarles un paño o un cepillo para abrillantarlos.
Piezas de latón y cobre: Estos objetos pierden el brillo con facilidad, para limpiarlos le frotaremos un paño humedecido en zumo de limón y después lo aclaramos con agua con gas. Para devolverles después el brillo le frotaremos la mitad de una cebolla y le pasaremos un paño de algodón.
Para joyas: Quedarán como nuevas si las frotas con bicarbonato en seco. A continuación aclarárlas con abundante agua hirviendo.