Parque del Castell de l'Oreneta
El parque del Castell de l'Oreneta es un gran
espacio forestal que se convierte en lugar de conexión con la sierra de
Collserola, el acceso al bosque que penetra la ciudad. Se abrió al público en
el año 1978 y conserva casi intacta la vegetación primigenia de tipo
mediterráneo, con especies muy características de la cordillera de Barcelona.
La vegetación es, en realidad, su principal
atractivo, que configura un espacio sorprendente en la ciudad. Hay pinos carrasco,
pinos piñoneros, encinas y robles, envueltos de un sotobosque muy rico en
arbustos como la retama, el acebo, el durillo, el madroño y el lentisco. De
estas dos últimas especies hay ejemplares centenarios.
También abundan las plantas aromáticas, como el tomillo,
el laurel y la alhucema. Una era y la estructura de la primera de una serie de
albercas, hoy enterradas, que hace años sirvieron para regar, junto con la
presencia de naranjos, nísperos, almendros, olivos y algún granado, nos
recuerdan el pasado agrícola de gran parte de este espacio. Por todas partes,
textos grabados en pequeños bloques de piedra nos cuentan la historia del
parque y su vegetación.
Cuando se va al parque del Castell de l'Oreneta,
vale la pena planificar una salida festiva de día entero. Se trata de una
excursión a un bosque dentro de la ciudad, donde la intervención municipal ha
mejorado la red de caminos, ha creado zonas de descanso, áreas para el juego
infantil –la más grande, con mesas de ping-pong– y zonas de picnic.
Destaca la que hay en la parte más alta del
parque, bajo la sombra de un gran algarrobo, con una vista panorámica
excepcional de Barcelona, desde Sant Adrià del Besòs hasta El Prat de
Llobregat, y un bar donde cocinan pollos asados, entre otras comidas, y que
está abierto sobre todo en primavera y verano. Hay más atractivos, como viajar
montado en uno de los vagones de un tren en miniatura, es uno de los mejores
ferrocarriles reducidos a escala y tripulados de Europa. Es un elemento
destacado del paisaje barcelonés y de la oferta lúdica y cultural de la ciudad.
Se inauguró en el año 1981 y, a lo largo de un
recorrido de 636 m y con tres anchos de vía de entre 5 y 10 pulgadas, el tren
atraviesa tres túneles, dos puentes y un viaducto metálico. También dispone de
una estación y un apeadero. En total, hay 11 locomotoras, entre eléctricas, de
vapor y diesel, y unos doce vagones. Los domingos, los visitantes del parque
pueden viajar con este tren de 11.00 a 14.00 horas.
Todo es posible gracias a los socios del Centro
de Estudios-Modelismo Vapor Barcelona y Sabadell. El tren lo constituyó en 1980
un grupo de aficionados a los trenes tripulados y movidos por la fuerza del
vapor, y este año se celebra el 25. º Aniversario.
El material, casi siempre construido por los
socios de esta entidad, reproduce fielmente todos los mecanismos propios del
ferrocarril. Desde 1984, una vez al año tiene lugar la fiesta de las
Veinticuatro Horas de Vapor, un programa que desarrollan muchas asociaciones de
circuitos de tren de este tipo en Europa y América.
Para más información sobre el parque, como llegar y sus horarios, visite esta direción:
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