COMO PONER BIEN LA MESA
Por Navidad son fechas de
reuniones familiares, de preparar comidas y de largas sobremesas. La mesa se suele
preparar con mimo cuando vienen
invitados… ¡pero no debería ser el único caso! También en el día a día ayuda a
que disfrutemos más la comida, y hacemos la vida más agradable, ¡cuánta gente
mal come viendo la tele, o de pie, o de mala manera sin apenas utilizar la
vajilla!, os doy unos consejos para ser unos buenos anfitriones.
Una mesa bien puesta
1. Lo primero es poner el mantel. Se puede poner
un camino de mesa si sólo vamos a ser dos, o un individual si comemos solos y
si vienen invitados colocaremos un mantel y servilletas de tela , combinando
bien los colores evitando los excesivos bordados y encajes.
2. Luego algo que parece muy obvio pero que no
siempre se lleva a cabo: poner el número de platos necesarios para la comida
que tengamos. Es decir, no caer en eso de comer todo en un mismo plato para no
tener que fregar más. Fregar dos platos más no lleva más de medio minuto y la
diferencia, en cambio, es considerable.
3. Los cubiertos que necesitemos se colocan
siempre de fuera hacia adentro, según el orden de la comida. Los que primero
vayamos a utilizar, en la parte exterior. Los últimos, en la parte interior. Y
como sabéis, tenedores se ponen a la izquierda, y las cucharas y cuchillos a la
derecha. Los de postre se pueden colocar en la parte delantera.
4. Unos vasos bonitos o unas copas sencillas, de
cocina, son algo que no puede faltar en nuestra comida diaria. Si vienen
invitados, ponemos los vasos o copas en el orden en que las vayamos a utilizar,
de derecha a izquierda.
5. Las servilletas, si es posible, de tela. Es
más ecológico, más barato y mucho más agradable. Os parecerá una tontería, pero
si además están bien combinadas con el mantel y todo el conjunto tiene una
estética agradable, la comida os sabrá mejor , os hará la vida más bella, y
vuestros invitados también lo admiraran.
6. Un recordatorio: el pan se coloca a la
izquierda, más o menos a la altura de las copas. Es cierto que para el día a
día no hace falta un platillo para el pan, pero no está de más recordarlo
porque da un buen toque a la mesa.
7. Y por último, utilizad los cubiertos adecuados
para servir: por ejemplo un cazo o cucharón para los primeros, y cuchara y
tenedor para los segundos.
Puede que la mayoría de estas cosas ya las
sepáis, pero os aconsejo que las pongáis en práctica. Creedme que notaréis la
diferencia.