El 11 de
mayo es San Ponce, patrón de los herbolarios, y por este motivo en varias
ciudades y pueblos de Cataluña se organizan ferias en las cuales las hiervas
curanderas, la miel, los dulces, frutas en almíbar y productos confitados son
protagonistas. Una de las de más renombre es la feria de San Ponce de Barcelona
que se celebra a lo largo de toda la calle Hospital.
Además de las paradas habrá otras actividades tradicionales; a la parroquia de San Agustí, se celebra una misa solemne en honor de San Ponce, patrón de los herbolarios y apicultores. A continuación, se hace una procesión presidida por la imagen del santo. A continuación se procede a la bendición de acción de gracias y la proclamación de la pubilla y lpubilleta de la fiesta.
Hace siglos, esta feria se hacía en la primavera, hasta que en el siglo XVI se va cristianizar y se hizo coincidir con el día de San Ponce, el 11 de mayo. Era costumbre, en la primavera, que los herbolarios trajeran hierbas a los enfermos para venderlas, puesto que la medicina popular atribuía a determinadas plantes propiedades curativas, especialmente las cosechadas en esta estación del año más que las cosechadas en otras épocas. Esta costumbre dio lugar a la Feria de San Ponce, que primero se emplazó en la plaza de Santo Miquel, después a la calle de Sant Cugat de la Reguera, y después cerca de la iglesia del Hospital de la Santa Cruz.
Hoy en día, el emplazamiento es la calle del Hospital, que por San Ponce se llena a tope, hasta el punto que cuesta pasar. A las bandas de la calle hay las paradas, donde se puede encontrar panales de miel, miel, frutas confitadas como manzana, pera, cerezas, naranja y otras frutas exóticas; también mermeladas, requesón, yogur y quesos artesanos; hierbas medicinales, como manzanilla, orégano, menta, ajedrea, laurel, retama, tila, tomillo, romero, hierba luisa , unguentos realizados con plantas y otros productos sabrosos que benefician el cuerpo y el espíritu.
Además de las paradas habrá otras actividades tradicionales; a la parroquia de San Agustí, se celebra una misa solemne en honor de San Ponce, patrón de los herbolarios y apicultores. A continuación, se hace una procesión presidida por la imagen del santo. A continuación se procede a la bendición de acción de gracias y la proclamación de la pubilla y lpubilleta de la fiesta.
Hace siglos, esta feria se hacía en la primavera, hasta que en el siglo XVI se va cristianizar y se hizo coincidir con el día de San Ponce, el 11 de mayo. Era costumbre, en la primavera, que los herbolarios trajeran hierbas a los enfermos para venderlas, puesto que la medicina popular atribuía a determinadas plantes propiedades curativas, especialmente las cosechadas en esta estación del año más que las cosechadas en otras épocas. Esta costumbre dio lugar a la Feria de San Ponce, que primero se emplazó en la plaza de Santo Miquel, después a la calle de Sant Cugat de la Reguera, y después cerca de la iglesia del Hospital de la Santa Cruz.
Hoy en día, el emplazamiento es la calle del Hospital, que por San Ponce se llena a tope, hasta el punto que cuesta pasar. A las bandas de la calle hay las paradas, donde se puede encontrar panales de miel, miel, frutas confitadas como manzana, pera, cerezas, naranja y otras frutas exóticas; también mermeladas, requesón, yogur y quesos artesanos; hierbas medicinales, como manzanilla, orégano, menta, ajedrea, laurel, retama, tila, tomillo, romero, hierba luisa , unguentos realizados con plantas y otros productos sabrosos que benefician el cuerpo y el espíritu.
¡¡ MUCHAS FELICIDADES A TODOS LOS HERBOLARIOS!!